Necesitamos que los nuevos peruanos valoren más nuestra cultura, no se olviden de su identidad y enriquezcan su estilo de vida con objetos que tengan una historia que contar, o una fuerte dosis de identidad peruana, en su diseño u origen.

También es bien importante que las nuevas generaciones de las familias artesanas apuesten y lleven a un nivel superior lo que con tanto esfuerzo lograron construir sus padres y abuelos. Las oportunidades están en la medida que aprovechen toda ventana de aprendizaje que se les presente, y sobre todo rentabilicen el acceso tan fácil que existe hoy hacia las nuevas tecnologías e información. Haciendo esa diferencia, oportunidades nuevas aparecerán y el continuismo y vigencia de su legado familiar se fortalecerá.




La comercializar de nuestros productos en el mercado peruano, a través de los proyectos de decoración de hoteles y la venta de artesanía y arte popular peruano como regalos empresariales, es parte importante de los grandes esfuerzos por hacer crecer la identidad de patria y con ello darlo a conocer al mundo. Pero a pesar de estos esfuerzos por promover nuestra cultura y difundirla de esta manera en el mercado doméstico, por ahora el mercado idóneo sigue siendo el internacional, por ello prácticamente nuestra única actividad económica durante los últimos 25 años ha sido la exportación de artesanía peruana de diseño.